LA DEMOCRACIA
El sistema de control social más eficaz que ha existido en
la historia de la humanidad es un régimen gubernamental de alternabilidad
bipartidista que se ha denominado Democracia. Expliquemos este enunciado
categoría por categoría, tal como lo exigiría el profesor Francisco Bravo en
cualquiera de sus exámenes de “Historia de la Filosofía” o de “Platón
autor”.
Hablemos del CONTROL SOCIAL. El capitalismo se caracteriza
fundamentalmente porque las mayorías proletarias del mundo venden su fuerza de
trabajo a la minoría capitalista, la cual vende el producto de ese trabajo a
otros capitalistas, a los funcionarios burócratas, pequeños comerciantes,
profesionales y trabajadores independientes y sobre todo a las mayorías
proletarias, por cantidades que siempre son mucho mayores a lo pagado al
proletario por su trabajo en dicho producto. Es decir, en todos los casos,
EL CAPITALISTA ESTÁ ROBANDO al proletariado.
Ahora bien, si esto es así y en todas las instancias de la
sociedad, desde todos los estratos nos han dicho que el robo está mal, es
inmoral, indecente, pecado y un delito; y más aún, si a los pobres los condenan
desde siempre a la cárcel por robar pan, como a Jean Valjean, ¿por qué los
proletarios, que son las grandes mayorías de la humanidad, no se rebelan contra
esto?. Pues porque nos han convencido que los ricos no roban, sino todo
lo contrario; que si no existieran los ricos no tendríamos con qué comprar la
comida, porque no habría fábricas dónde trabajar y cobrar los sueldos que
semanalmente devengan los proletarios para poder subsistir. Cuando la verdad es
exactamente lo contrario: si no existieran proletarios compitiendo entre ellos
por vender su fuerza de trabajo al capitalista a cambio de una cantidad de
dinero que apenas garantiza su subsistencia, NO EXISTIRÍA la pobreza, que solo
existe por la desigualdad en la distribución de las riquezas, porque la mayoría
de ellas se las apropian los ricos.
Tenemos entonces una segunda pregunta: ¿cómo nos han convencido
de esa gran mentira?: la respuesta es CONTROL SOCIAL o “por la razón o por la
fuerza”, como ejemplificantemente dice el escudo de armas de la nación chilena.
Pero “la fuerza” es muy costosa y a los capitalistas no les gustan los costos;
así que mayoritariamente se aplica “la razón”, que es como se denomina a la
ideología. Y la “democracia” es una de las categorías fundamentales de la
ideología capitalista actual. Porque la teoría dice que lo democrático es bueno
y lo no democrático es malo; lo que no se dice es de dónde sale esa teoría y de
dónde sale la decisión sobre qué es o no es democrático. Las respuestas a esas
interrogantes son: la teoría sale de los think-tank pagados por los
capitalistas para inventarla; y los “medios de comunicación” propiedad de los
capitalistas la esparcen como si fuera la verdad. Así, “la democracia” se
entiende como el régimen político más justo porque la humanidad ha evolucionado
hasta ella, llevándola al desarrollo económico del que “goza” en la actualidad.
Pasemos a la ALTERNABILIDAD
BIPARTIDISTA. En algún momento hubo que “aflojar” la fuerza,
porque los capitalistas se dieron cuenta que mientras más fuerza se aplicaba a
los pueblos, más posibilidades había de que resistieran. Así “los milicos”
empezaron a dejar de ser útiles en los últimos decenios del siglo XX y se implementaron
“las democracias” donde antes hubo dictaduras. Las democracias permitían que
los pueblos vivieran en la fantasía de que el sistema respetaba los derechos de
las mayorías al fomentar elecciones para una cantidad cada vez mayor de cargos
en las administraciones públicas; eso se complementaba con la sensación de
libertad dada por el hecho de que “todos” podían ganar esas elecciones porque
la “alternabilidad” garantizaría que ninguna persona individual se va a
perpetuar en el poder.
Ahora bien, era necesario controlar la alternabilidad y eso
pasaba porque fuera BIPARTIDISTA. La alternabilidad “abierta” podría suponer
que las elecciones fueran ganadas por “cualquiera”; por el contrario, si el
sistema garantiza el bipartidismo, solo hay dos posibilidades, por tanto solo dos
opciones a controlar. En la mayoría de los estados se diseñó un sistema en que
una de las opciones fuera abiertamente de derecha y otra “social-demócrata”, concepto
que permite incluir en sus filas personajes con una amplia gama de “ideas”
políticos; además están consideradas opciones minoritarias, generalmente “de
izquierda”, que son controladas a través de prebendas clientelares con las que
todo el zoológico político obtiene una parte de la tajada y ellos se encargan
de mantener tranquilo el país. Igualmente lo que no se logre a través de los
políticos será logrado por los llamados “medios de comunicación”, que en
realidad son el aparato de ideología mejor logrado de la historia.
Además está el tema de los DERECHOS HUMANOS, que se han
convertido en la condición de bondad de los estados. Plantear la teoría de los
derechos humanos requería convencer a todos que la integridad física era un
tema secundario para la humanidad. Para ello ya estaba generalizada la idea de
que “no sólo de pan vive el hombre”: la comida, la vivienda, el abrigo y la
salud pasaban a ser derechos secundarios. Y los derechos fundamentales los
constituyen la libertad de expresión, la libertad de pensamiento, la libertad
económica. Paradójicamente, estos últimos derechos debían ser garantizados por
los estados mientras que los primeros serían problema de cada individuo
particular, en el supuesto de que la libertad económica permitiría que cada uno
garantizara su integridad física.
La realidad es que las libertades garantizadas por las
Naciones Unidas solo garantizan que los capitalistas podrán seguir acumulando
sin restricciones y que los proletarios podrán seguir siendo explotados, todo
ello cada día de maneras más sofisticadas.
Las libertades garantizadas por el aparato jurídico-político
ya global solo garantiza que LA
DEMOCRACIA cumpla las funciones que tiene que cumplir:
controlar socialmente las grandes mayorías proletarias y medias para que no se
rebelen ante el ROBO CONSTANTE que perpetran los capitalistas contra la mayor
parte del mundo.
O cómo se entiende que el golpe contra los presidentes de
Honduras y Paraguay fueran “extrañamente democráticos”, a decir del New York
Times.
Lo que no impide ver que LA DEMOCRACIA es la fantasía mejor elaborada que ha
creado el Capitalismo.
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