Sábado de gloria



 

Después de tanto tiempo me dispuse a leer de nuevo todo esto, que fue un proyecto escasamente literario y terminó siendo el cuaderno de tareas de mis estudios; y me di cuenta que uní todas las cosas y parece que por eso dejó de funcionar.

Lo cierto es que así es que yo funciono, funcionando mucho y funcionando poco y como una cosa o como la otra o como ambas al mismo tiempo y en distintas intensidades. Ahora, la verdad es que no he decidido si eso es funcional o no.

En estos días me quejé con el hombre que anda conmigo desde hace mucho tiempo ya, sobre las ideas del éxito y el fracaso. Y sin sorpresa se rió y me dijo: -¡y eso quién lo decide!

La verdad es que el único fracaso es dejar de hacer lo que uno quiere y puede hacer, porque puede ser que a los demás no les guste o no estén de acuerdo con lo que uno está haciendo o tratando de hacer o de no hacer.

Esto del diario es de lo más divertido que he hecho en mi vida y habrá que retomarlo, aunque haya gente que dejó de leerme cuando comencé a publicar aquí mis artículos políticos. Y es que este es MI diario y publico lo que me de la gana. ¿No es verdad?

Lo otro que deberé retomar es reír más con mis amigas. Cómo extraño tener conversas de puro amor, sin política, sin trabajo, sin realidades. Seguramente lo extraño porque ahora mis chats son de pura política, trabajo y realidad. Es que a mi todo en extremo me cansa.

Hoy es sábado de gloria. Ojalá que mañana resucitara la justicia, la paz, el amor y la vida.

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