Un Acto de Fe

Esta entrada se escribió el 12 de enero de 2018. Infortunadamente quedó como borrador y no se publicó en su momento. Pero nunca es tarde cuando se escribe lo que se cree. Y vivir en Venezuela, bajo un bombardeo constante del imperio más poderoso del mundo (hasta ahora) es un acto de fe diario. Así que este contenido sigue estando en contexto.



El Petro

Después del anuncio presidencial sobre la creación del “Petro”, se han ofrecido “foros” y “charlas” en todas las instituciones gubernamentales y no gubernamentales, que parecían tener como objeto dar a conocer a la población general, las características y el funcionamiento de las criptomonedas, que es un tema que muy pocas personas conocen.

Sin embargo, la sensación que queda al finalizar cada uno de dichos “foros”, es que los panelistas no tienen preparación, o desde el punto de vista tecnológico, o desde el punto de vista económico, como para explicar la cantidad inmensa de dudas que tiene la casi totalidad de la población nacional, al respecto de este tema.

Y una pregunta parece quedar en el ambiente: “Y estos tipos, qué vinieron a hacer aquí?”. Las respuestas son, según sean los personajes que están en el panel: 1. Es un activador político, que está haciendo propaganda sobre las bondades del nuevo anuncio del gobierno; 2. Es un empresario que está vendiendo las máquinas de minería de criptomonedas. 3. Las dos cosas.

Con cualquiera de estas respuestas, dos conclusiones pudieran surgir de inmediato: que nosotros (el público) estábamos equivocados al suponer que el objetivo final de esos “foros” era convertir a la gente en especialistas en criptomonedas, por un lado; y por otro lado, que el alto gobierno está tratando de impulsar una nueva política económica. A esta segunda conclusión se llega, aunando a estos un tercer argumento.

Una nueva política económica

Empecemos entonces por dicho argumento. La pregunta generalizada que corre a lo largo de las colas que hace la gente común es: ¿por qué pareciera que el gobierno no hace nada por sancionar a los bachaqueros ilegales o a los comerciantes legales, que cobran lo que les da la gana por los bienes y servicios, que actualmente se intercambian en el país?

Una explicación es que los altos funcionarios del gobierno no se enteran de lo que sucede en la calle, porque no tienen interacción con los avatares de la vida cotidiana. Otra explicación es que el liderazgo revolucionario ha ido construyendo una estructura que necesitaba recursos y tiempos y que está dando sus frutos tan sólo ahora. Este razonamiento requiere que se aclare que inicialmente una premisa no necesariamente excluye la otra; pero que la finalidad es que así sea.

Esa estructura podría ser nuestra Nueva Política Económica: hay que estimular la creación de un nuevo empresariado, que haga negocios independientes del Estado; ello hará que baje la dependencia económica de los favores de los funcionarios de gobierno (lo que disminuiría las posibilidades de corrupción); y hará que el gobierno pueda empezar a sanear la débil economía nacional, absolutamente dependiente del petróleo y los demás minerales.

En este punto, podría haber gente que se confundiera, pensando que estamos tomando el camino hacia la re-neoliberalización de la economía venezolana. Pero aquí es necesario tener como condición una premisa fundamental, que es previa a todo el razonamiento: los imperios occidentales sólo declaran abiertamente la guerra a los pueblos que buscan su independencia económica; pero los pueblos cuyos dirigentes doblan el lomo ante las exigencias occidentales son sometidos a las directrices del FMI y del BM, que conocemos perfectamente los venezolanos que éramos adultos cuando nos aplicaron las recetas del neoliberalismo.

Y las recetas de occidente no tienen nada que ver con lo que aquí se está haciendo. Basta con mostrar los Clap, los aumentos de sueldos, los bonos dinerarios directos y las casas construidas por el Estado, todo ellos para que los pobres puedan enfrentar el vendaval con un mínimo de dignidad. Que hace falta en salud? Si, es verdad. Hay muchos problemas, pero ESTAMOS EN GUERRA. Y según el dicho popular, en el amor y en la guerra se permite todo; por lo tanto, hay medidas extraordinarias que se deberán tomar.

Ejemplo de ello pudiera ser: 1. la adquisición forzosa por parte del Estado, de instituciones financieras que se hayan prestado a la destrucción del cono monetario nacional y otros crímenes en contra de la Patria; 2. la implementación de la obligación de venta en exclusivo a los CLAP, de los productos de primera necesidad producidos por la agro-industria, la agroquímica y la farmacéutica nacional e internacional, que se comercializan en el país; 3. la incorporación activa del pueblo en general al manejo virtual de las finanzas y a los negocios que hay alrededor de los criptoactivos.

Estas acciones coordinadas con la preparación política de los integrantes de las nuevas generaciones, dispuestos a comprometerse con la conformación de una Patria exitosa y feliz, aunadas el castigo radical y verdaderamente ejemplarizante tanto a funcionarios como a empresarios corruptos, son los primeros pasos para que el Gobierno Revolucionario nos lleve a la victoria en esta guerra de nueva generación, en la que nos tienen inmersos los imperios en agonía.

Únicamente superando las consecuencias económicas de las sanciones y burlando el bloqueo financiero impuesto por los imperios moribundos de occidente, podremos cabalgar en la ola del nuevo orden mundial, impulsado por las grandes potencias aliadas, que plantean que un mundo en el que todos podamos tener una vida “moderadamente acomodada” no sólo es posible, sino que es necesario, a fin de mantener la vida en el planeta por el mayor tiempo posible.

Acto de Fe

Normalmente los intelectuales son ateos: se jactan de no creer sino de pensar. Es por eso que piden, exigen, requieren argumentaciones perfectamente bien construidas y acabadas al detalle. Pero la dinámica de la vida normalmente no concede el tiempo necesario para los ejercicios teóricos; así que la planificación “como vaya viniendo vamos viendo”, es en la mayoría de los casos, la única posible.

Y en ese sentido, para superar este momento de crisis se necesita, nos guste a los intelectuales o no, un Gobierno con unos poderes extraordinarios, liderado por una cabeza visible férrea e indiscutible, que sea capaz de tomar medidas severas (incluso en algunos casos impopulares), con el fin de rescatar el momento económico y convertir las debilidades tácticas en fortalezas estratégicas.

Todos los sueños requieren un acto de fe. Es indispensable que todos los militantes de los sueños, de la vida, del amor, nos sobrepongamos en este momento a las necesidades de explicaciones exhaustivas y demos otro paso adelante, confiando en que las decisiones visionarias de nuestros líderes necesitan nuestra confianza y nuestro coraje.

Y eso garantizará que definitivamente VENCEREMOS!!!

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