Por la razón o por la fuerza


Hay quienes dicen que gente como Negri, Petras y Woods son unos exagerados y que no hay tal cosa como un Imperio mundial que impone su hegemonía “por la razón o la fuerza”, como increíblemente reza uno de los símbolos patrios de Chile, aún del postpinochetista (créalo o no).
Estando en España, un amigo me presentó una pareja de músicos gringos que andaban de gira por Europa; al decirles mi procedencia, uno de ellos, en un español bastante aceptable, me dijo: ¡Ah, enttonces ttu errres una de las nuestrrras! Y mi valenciano amigo, descendiente por supuesto de mis colonizadores, dio un salto lingüístico que casi fue físico, y le replicó: Qué va!, ella es de las nuestras, coño!! Yo, que en conducta aprendida de mi madre, para todo lo que no tengo respuesta sonrío, me quedé mirándolos sin entender nada. Ya en mi casa entendí lo que fue todo aquello: los dos me veían de manera condescendiente, es decir, como si fuera su tarada hermanita menor, porque ni ellos eran rednecks ni gitanos, sino gente academizada de sus respectivos países, ni yo era sudaca, sino perteneciente a las clases medianamente acomodadas de uno de esos folklóricos paisillos caribeños, que conforman la periferia de sus dominios. Pero lo asqueroso es que YO empecé a sentir una especie de sensación de orgullo, hasta que segundos después, empecé a preguntarme por qué esos dos especímenes habían competido en sus supuestas demostraciones de amabilidad hacia conmigo. Y hubiera vomitado si no hubiera sido porque mi lentitud proverbial para entender las cosas hizo que entre el momento del hecho y el momento del entendimiento pasaran al menos tres horas y ya la reacción física no pudo tener lugar.
Yo supongo que esto es a lo que se refiere el “por la razón”. Si yo hubiera sido “razonable”, me tenía que haber sentido orgullosa de que ciudadanos de las dos metrópolis (la pasada y la futura) se pelearan por mi; pero como conmigo siempre ha habido que aplicar la fuerza (y si no, pregúntenle a mis padres), esa actitud lo que hizo fue convencerme aún más de que los aparatos ideológicos del Imperio trabajan veinticuatro horas diarias para convencer a todos de los roles que cada uno cumple en este mundo ahora globalizado.
Un amigo me decía que en Venezuela ni “la izquierda” se preparó alguna vez para tomar el poder, ni “la derecha” para ser oposición. Y la respuesta no es que no hubo preparación, sino que al contrario, la escuela, la iglesia, las leyes y mas tarde los medios estuvieron preparándonos para nuestros roles desde siempre. Los pobres deben conformarse, porque en la otra vida sí serán felices; los niños son una tela en blanco en la que los maestros pintan un lienzo; los rateros merecen la cárcel, aunque el robo sea de pan; y la izquierda tiene que hacerle siempre oposición al PODER. Es por esto que nos robaron el 23 de enero y que cuando se formó la Junta de Gobierno, en vez de haber gente del Partido Comunista que había sido el artífice de eso, dejaron que se metiera uno de los más rancios representantes de nuestra pobretona oligarquía criolla, pero oligarquía al fin. Y es por eso que cuando “nuestros hombres de izquierda” hicieron gobierno con Caldera, se convirtieron en el PODER y por tanto, se hicieron de derecha. Y es que como me decía otro amigo en estos días: la lógica del modernismo es dicotómica: o eres de derecha y por supuesto estás en el poder (o al revés), o eres de izquierda y por supuesto, estás en la oposición (o al revés).
El ejercicio de una lógica multipolar es lo que se impone. Pero para ejercitarse en ella, primero hay que aprehenderla. Y para eso necesitamos desaprender TODAS las cosas que hemos aprendido en la vida y tenemos que aprender TODO de nuevo. Y eso es un trabajo de largo aliento.

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
El año dos mil fue particularmente importante para México, pues representó el cambio en el poder por parte del PRI (partido revolucionario institucional) que por setenta años estuvo en la presidencia, Vicente Fox Quesada fue el elegido, representante del PAN (partido acción nacional) que es la derecha en este país, fue mucha la gente que creyó que con el simple cambio de partido en el gobierno mejoraríamos pero no fue asi (desgraciada y obviamente) es muy difícil para los políticos erradicar de tajo conductas llevadas a diario por casi tras cuartas partes de siglo, con el dos mil seis y las nuevas elecciones, nuevamente se impuso el partido de derecha, ya ha pasado un tiempo considerable y no se logran ver aun mejoras notables en México; en su capital, el Distrito Federal, rige la izquierda por conducto del PRD (partido de la revolución democrática) y la verdad no se nota mucho el cambio de uno y otro partido, para nuestra desgracia un político siempre será político, independientemente del color que vista. El Cuervo te saluda desde México.

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